“Se basa en el hecho de que, en nuestro estado esencial, somos conciencia pura. La conciencia pura es potencialidad pura; es el campo de todas las posibilidades y de la creatividad infinita. La conciencia pura es nuestra esencia espiritual. Siendo infinita e ilimitada, también es felicidad pura. Otros atributos de la conciencia son el conocimiento puro, el silencio infinito, el equilibrio perfecto, la invencibilidad, la simplicidad y la dicha. Ésa es nuestra naturaleza esencial; una naturaleza de potencialidad pura”.
Cuando vivimos hacia el exterior y no hacia nuestro interior; buscamos la aprobación de los demás; deseamos cambiar el curso de los acontecimientos, y ansiamos el poder sobre algo o alguien, nuestra vida se sustenta en el temor, y castramos las posibilidades infinitas que poseemos, las anulamos, porque no estamos en consonancia con nuestra conciencia pura y por tanto no gozamos de nuestra potencialidad pura.
¿Cómo podemos aplicar esta Ley?
Siguiendo los principios básicos.
1 – Practicar el silencio.
Nos llevará a escucharnos, a oír a nuestro yo interior y hará fluir todas nuestras posibilidades.
2- Con la meditación.
Que nos enseñará a conocer y practicar el silencio puro y por tanto a entrar en contacto con la conciencia pura.
3- No juzgar.
Cuando nos dedicamos a evaluar, todo lo que nos rodea, creamos un campo alterado en nuestra conciencia; estrechamos nuestros pensamientos. Esto frena nuestras energías y nos
Impide acceder a la potencialidad pura.
4- Estar en contacto con la naturaleza.
Apreciar su majestuosidad, la armonía de sus formas o ritmos, ya sea un amanecer, el mar, una flor, nos hará entrar en conexión con la fuerza poderosa y rica del universo, desde la quietud y la relajación que aporta, y esa combinación de energía y paz, posibilitará un mayor acceso a esa fuerza y por consiguiente a la potencialidad pura.
Como ves no es tan difícil de aplicar, ¿no crees?.
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